me quedé enOtto Hotel hace unos años y hablé varias veces del hotel porque me pareció hermoso. Aunque no era del todo bajo costo, había pagado poco por él porque lo había llevado dentro súper oferta, en definitiva, es un 4 estrellas en todos los aspectos. Perfecto.
Lo que me sorprendió, además de la enorme habitación, fue la desayuno. El piso superior de la estructura, que se encuentra en Charlottenburg se dedica al desayuno. El lugar es hermoso porque la habitación tiene untoda la pared de vidrio con vistas a los tejados de Berlín. En verano también se permite desayunar en la terraza, en invierno no se recomienda: S.
El desayuno es completamente orgánico, deberías escuchar el yogur o cerealeso le tisana. Tomé un desayuno dulce y salado todos los días, solo para no perderme nada, pero también porque estaba realmente delicioso y los grados fuera del hotel estaban bajo cero. Era obligatorio comer mucho :D
El desayuno es arreglado en una isla en el medio de la sala y alrededor de mesas para dos y cuatro asientos con una flor diferente por mesa todos los días, realmente agradable. La última mañana, cuando mi avión partió temprano, desayuné con fuori l'alba. Realmente hermoso, el lugar y la ubicación. recomendado.