Todos los principales monumentos de Khiva se pueden ver en un día, pero me hubiera quedado un día más para disfrutar del hermoso ambiente de las mil y una noches que ofrece esta ciudad.
Para visitarlo empieza desde la puerta norte de las murallas porque aquí puedes comprar el ticket acumulativo (válido por 2 días) que te permitirá entrar a casi todos los monumentos principales a un coste de 6100 Som (bueno 1,3 euros que también incluyen el pase para poder tomar fotografías). Inmediatamente adelante verá el Minarete de Kalta Minor, un minarete achaparrado cubierto de tejas azules, cuya construcción ha sido interrumpida. En los planos se suponía que era el minarete más grande del país, pero esta estructura en cuclillas bastante inusual que no se puede escalar permanece. En el lado opuesto de la carretera está el Arca de Kuhna, lo que una vez fue la fortaleza y residencia de los gobernantes de Khiva; en el interior están el harén, la Casa de la Moneda, los establos, el arsenal, el cuartel, la mezquita y la prisión. Visítelo durante el día pero regrese al atardecer para subir a la torre de vigilancia, justo al lado de las murallas de la ciudad, desde donde podrá disfrutar de una magnífica vista (para subir se paga un boleto aparte). Una alternativa para ver una hermosa puesta de sol es la terraza del homónimo "Cafe Terrassa" que se encuentra a las afueras de la entrada del Arca de Kuhna (también se puede comer bien). Otras cosas que no debe perderse son: bazar (¡ve allí por la mañana!) que está al lado de la puerta sur de Khiva, la Islom-Hoja medressa con minarete más alto en Uzbekistán (puedes subir pero ojo que los escalones son altos y subes prácticamente en la oscuridad, pero la vista desde lo alto lo merece), el Patio de piedra de Palazzo (el palacio más hermoso de la ciudad con 150 habitaciones y decoraciones muy hermosas), y el mausoleo di Pahlvon Mahmud (si paga a parte).