En París no solo se encuentra el Louvre, sino muchos otros museos que vale la pena considerar para conocer el arte de esta ciudad. Te recomendamos cinco de ellos, ven a visitarlos con nosotros y vete a Francia.
La ciudad de París, conocida en todo el mundo como símbolo de elegancia y romanticismo, representa también un auténtico referente artístico y cultural, capaz de sorprender continuamente a sus visitantes. Con sus museos, galerías de arte y frecuentes exposiciones temporales, la capital francesa ofrece a los turistas un amplio abanico de posibilidades, entre las que a menudo es difícil elegir. Si quieres conocer París un poco mejor y ya has visitado sus museos más famosos, como el Louvre y el d'Orsay, aquí tienes los otros museos de la ciudad que realmente vale la pena ver.
1 Centre Pompidou
Construido en 1971 sobre un proyecto de Renzo Piano, este curioso edificio alberga ahora una de las colecciones más interesantes de arte moderno y contemporáneo. Más que el contenido del museo, lo que más llama la atención al visitante será su estructura, similar a la de una gran fábrica de colores, formada por tubos azules, verdes y amarillos, que se combinan en una estructura verdaderamente única, en marcado contraste con la sobria elegancia de los edificios circundantes. La colección expuesta abarca un período que va desde mediados del siglo XX hasta la actualidad e incluye obras de diversa índole, que van desde las artes visuales al diseño y el cine.
2. Museo de artes y oficios
Ubicado a pocos pasos del Centre Pompidou, también en el corazón de la ciudad, el Museo de Artes y Oficios alberga una vasta colección de herramientas técnicas, organizadas en siete secciones diferentes: instrumentos científicos, materiales, construcción, comunicación, energía, mecánica y transporte. En su interior encontrarás muchos objetos dignos de mención, entre los que se encuentran dibujos técnicos, maquetas de diversa índole e inventos científicos, como el globo aerostático o el primer coche fabricado en serie. También es interesante el edificio que alberga el museo, construido en el sitio del antiguo priorato de Saint-Martin-des-Champs, del que se han conservado algunos de los locales originales, incluida una capilla en la que ahora se exhiben modelos de aviones y automóviles. .
3. Museo Rodin
Entre los museos menos conocidos por el gran público, recomiendo el Museo Rodin, dedicado principalmente a la exposición de las obras de Auguste Rodin. Ubicado en un elegante palacio de estilo rococó, este museo alberga una amplia gama de esculturas, como "El pensador", "El beso" y "El hombre que camina". Lo que hace que este edificio merezca una visita son sobre todo los cuidados jardines exteriores, en cuyo interior se exhiben copias de las esculturas de Rodin. Admirando las estatuas dispuestas a lo largo de las avenidas arboladas, tendrá la impresión de haber retrocedido en el tiempo y podrá saborear ese antiguo encanto que impregna todo el distrito de Varenne, dentro del cual se encuentra el museo.
4. Museo de Cluny
Ubicado en el corazón del Barrio Latino, entre Saint-Michel y la Sorbona, este museo alberga una colección de obras dedicadas a la Edad Media, entre las que destaca un ciclo de tapices dedicado a la dama del unicornio. El aspecto más interesante de la visita, sin embargo, es la propia estructura del edificio, construido sobre los restos de los antiguos baños galo-romanos y el hotel de Cluny, una residencia gótica del siglo XV. Alrededor del museo hay un agradable jardín abierto al público y construido recientemente siguiendo el modelo de los antiguos jardines medievales.
5. Museum du quai Branly
Inaugurado en 2006, el museo du quai Branly fue construido por encargo del ex presidente Jacques Chirac para albergar una colección dedicada a las artes de América, Asia, África y Oceanía. La intención del edificio es permitir que sus visitantes se pongan en contacto con las artes de culturas no occidentales, descubriendo artefactos de diferentes tipos, como ropa, máscaras, joyas y collares. Los distintos objetos van acompañados de contenidos audiovisuales que aportan información sobre las distintas civilizaciones no europeas. Sin embargo, lo que sorprenderá al visitante será sobre todo la iluminación del museo, que alterna hábilmente luz y luz tenue con un resultado verdaderamente sugerente.