En Australia, si quieres alejarte del ajetreo y el bullicio del centro de la ciudad por un momento, Brisbane ofrece en su interior un número conspicuo de parques, donde podrá disfrutar de un poco de tranquilidad. El paseo principal comienza en la estación central. Girando hacia Eagle Street se puede tomar un tramo de la larga pista que bordea el río. Las actividades son variadas, desde raza una bicicleta. Desde aquí parten unos ferries que dan la vuelta al río y conducen a la otra orilla, conocida como Punto canguro. Este distrito te permite vivir la experiencia de escalar en la pared, con recorridos diarios o más largos.
Continuando por las orillas del río se llega al jardín botánico, un inmenso parque donde se pueden admirar las diferentes especies de árboles en los que Australia es rica. Cruzando el Puente Goodwill se llega a South Bank, uno de los barrios más animados de la ciudad, con grandes espacios verdes y una piscina pública artificial, una delicia para grandes y pequeños. Disfruta un poco de sol en la playa con el telón de fondo de los grandes edificios y rascacielos de la ciudad es sin duda una experiencia diferente. La piscina está bien organizada, con socorristas y una tabla de surf y servicios públicos muy limpios para cambiarse o lavarse con cloro. South Bank está lleno de discotecas, por lo que por la noche se transforma, y después de un refrescante baño puedes ir a tomar algo fresco en los pubs, o comer algo en los muchos restaurantes, en su mayoría asiáticos, que ofrece la zona. Los precios son un poco más altos que la media y la calidad es típica de un lugar turístico. Sin embargo, merece la pena. Finalmente puedes continuar el caminar junto al río, admirando la noria de estilo londinense, que ofrece una visión general de la ciudad y de los distintos museos.