Berlín es una ciudad verdaderamente única que tiene el encanto y la vitalidad de la capital aun sin tener todas sus características. En Berlín no hay centro, no hay plaza principal, en Berlín los monumentos son pocos y muchos tienen fechas recientes. Berlín está hecho de arte y diseño moderno pero también de recuerdos difíciles de borrar y zonas de la ciudad muy pobres.
Lo que ciertamente no falta en Berlín son los cóctel y comidas baratas. Ciertamente no hay que buscarlos en los shoppings ni en las zonas más turísticas, pero ni siquiera ir a las afueras, solo entrar en los pequeños cafés o bares del Mitte, con algo de cuidado con los de "cadena".
Mi consejo es Salón Schmuck (en la foto), un pequeño bar que también sirve platos calientes en el barrio de ostbahnhof, no lejos de la galería del lado este, el kilómetro y medio de la muralla sigue en pie, por así decirlo. Lamentablemente, el lugar no tiene sitio y no he marcado el camino, así que para los que vayan a ir solo tienen que mirar. Aquí me comí un delicioso plato de chili con carne, un coctel de plátano, limón y ginebra y una tarta de zanahoria, todo por el precio de 8 euros, increíble.
en Centro en cambio, cené en un lugar un poco más "in" al Albahaca. Seguro que el lugar es menos característico, pero los excelentes cócteles y el ambiente de diseño moderno es una visita obligada, aunque solo sea para un aperitivo, ya que muchos platos ofrecen "pasta". Aquí probé un postre exquisito con kiwi y panna cotta y un mojito de frambuesa, excelente.
En Berlín vayas a donde vayas a comer siempre encontrarás excelentes lugares a precios asequibles.