Bilbao es movimiento, es frenesí, es vitalidad, es multiétnicidad, es modernidad, es España pero no España. Capital de Buscaglia, la región más importante del País Vasco, representa plenamente su alma. Nada más llegar, diccionario de bolsillo de español en mano, puede sentirse algo desorientado.
Dirigirse a los locales en español es casi una ofensa, una afrenta. Muy ligado a su propia cultura de independencia abierta, si no conoces el Lengua vasca Debes comunicarte en inglés, para no incurrir en miradas o no recibir respuestas. Las señales de tráfico también están en euskera que, sólo en raras ocasiones, llevan la doble redacción vasco / español. Así que ármate de paciencia y un sano espíritu de iniciativa y emprende una pequeña aventura en esta ciudad que tiene mucho que ofrecer.
Si amas la confusión, te recomiendo que vayas allí durante la fiesta de Subastas Nagusia Semana Grande celebrado en el segunda mitad de agosto y dura diez días, o quizás debería decir diez noches. En este período, cientos de miles de turistas abarrotan las calles del centro y le resultará difícil incluso caminar sin tropezar con los pies desconocidos de turistas y lugareños. Pensar en encontrar un lugar para dormir sin reserva o incluso solo una plaza de aparcamiento para el coche, en estos días, es casi utópico. Es mejor reservar con mucha antelación para no tener que dormir junto al río Nervión.
Me alojé en el Hotel Barcelò Nervion, situado a orillas del río del mismo nombre. Muy céntrico y confortable, cuenta con un inmenso salón que parece una plaza y que frecuentemente alberga exposiciones o eventos. Equipado con parking interior, es recomendable reservarlo junto con la habitación si no quieres arriesgarte a tener que aparcar el coche en las afueras de la ciudad y luego tener que coger un taxi o un autobús de vuelta al hotel.
En bilbao se celebra de noche, toda la noche y hasta las primeras luces del alba… ¡así que diviértete y pasa una buena noche vasca!