Ámsterdam es famoso por sus maravillosos cuadros de Van Gogh, los molinos de viento, el mercado de las flores, los diamantes y, especialmente para los más jóvenes, por el barrio rojo, las cafeterías y la cerveza.
En los numerosos pubs que salpican esta hermosa ciudad, la cerveza tiene un cuesta casi menos que el del agua. Amsterdam es, de hecho, el lugar de producción de tres de las cervezas más famosas: Heineken, Amstel y Grolsche. Beber una cerveza con los amigos es sin duda un ritual por estos lares y Heineken ha sabido transformarlo en una experiencia única.
Al precio de 15 € es posible visitar la antigua fábrica, ahora transformada en una presentación interactiva, atractiva y divertida.
Es posible ver y degustar los distintos ingredientes que componen la cerveza, observar las diferentes etapas de elaboración hasta el embotellado. Pero Experiencia Heineken no se limita a esto. Con reserva es posible aprender un toque la cerveza, mientras que a todos se les enseñará a beber.
Se ofrecerán dos catas en el fabuloso bar que le dará la bienvenida dentro de la antigua fábrica. En este lugar, la cerveza holandesa se transforma literalmente en un estilo de vida: personal joven y amable, ambientes lúdicos (puedes parar y jugar un partido de futbolín en el área de fútbol) e incluso un DJ set donde puedas. Una actividad agradable y nada obvia que te adentrará en el mundo Heineken.