Una ceremonia muy especial que tiene lugar en Calabria en Semana Santa, se llama rito Vattienti, ¿lo conoces? Ven y lee lo que es.
Si en Sevilla durante la semana santa, podría encontrarse con procesiones de personas encapuchadas y miles de personas con la intención de gritar detrás de una estatua, en algunas áreas de Italia puede encontrarse con ritos aún más particulares.
En algunos centros del Calabria, de hecho, solo durante el Semana santa se sigue dando vida a una serie de sugestivas y significativas conmemoraciones que conmemoran la Pasión y Muerte de Jesucristo. Entre los más interesantes, encontramos el de "vattienti”(Los flagelantes) celebrados todos los años Nocera Terinese, un pequeño pueblo de la provincia de Catanzaro.
Es un rito religioso cristiano en el que muchos, sin embargo, se arrepienten de las facetas paganas y aún otros de los signos de la barbarie que caracterizó la época medieval. Lo cierto es que se trata de un rito muy antiguo, tanto que la primera evidencia histórica se remonta a 1618. Desde entonces el rito ha transmitido de generación en generación, incluso resistiendo a la Iglesia, que ha ordenado la cancelación varias veces, precisamente porque es un rito bastante sangriento y violento.
El ritual tiene lugar todos los años durante el Sábado antes de Pascua y tiene lugar simultáneamente con la procesión de la Madonna Addolorata.
Los flagelantes son aquellos que teóricamente tienen algo que expiar por sí mismos o por los demás o que pretenden obtener un voto con su sacrificio y por ello participan en este rito colectivo singular.
Para participar en la procesión, usan pantalones cortos y pantalones cortos estrictamente oscuros para deja las piernas y los muslos desnudos, que son las partes que serán azotadas y una se colocará sobre sus cabezas corona de espinas.
Los vattienti caminan por el pueblo peleando primero frente a su propia casa y luego frente a las casas de amigos y familiares, los cementerios y frente a los íconos votivos. Las herramientas utilizadas para luchar son dos discos de corcho, uno ha insertado en su superficie trece piezas de vidrio que simbolizan a los apóstoles y a Cristo, la otra en cambio es lisa y se usa tanto para preparar la piel primero con golpes para recibir las heridas provocadas por los fragmentos de vidrio como, según algunos, para manchar las paredes y puertas con la sangre de las casas atravesado por la procesión.
En su camino de expiación van acompañados de familiares y amigos que se bañan las piernas con infusiones de vino y vinagre. De esta forma, previenen tanto posibles infecciones como la formación de coágulos y costras que además de provocar dolor harían el ritual menos escénico.
Precisamente por su espectacularización, el rito de vattienti ha traspasado las fronteras regionales y cada año atrae a muchas personas que van a Calabria solo para participar en la procesión.
¿También le atrae o le parece una costumbre demasiado “fuerte”?