Ad Andria (BAT), a unos pasos del histórico Catedral, se encuentra en Via Gammarrota n. 12 el muy famoso Confitería de Mucci Giovanni con anexo Museo Confetto. El edificio que alberga la repostería es realmente agradable con su estilo Art Nouveau y sus escaparates llenos de productos atractivos siempre combinados con decoraciones para las distintas fiestas. La he visitado estos días, entre San Valentín y Carnaval, y debo decir que la elección de obsequios y regalitos para las dos ocasiones es realmente amplia.
La confitería ha estado en el negocio desde 1894, produciendo confeti de muchos tipos: con rosolio, crujiente, expreso, piel de naranja confitada, fruta de mazapán y las llamadas "grageas" rellenas de licores de todo tipo (bergamota, limoncello, coñac naranja y sambuca). Seguramente la típica almendra azucarada de Andriese es el cd "oferta”Con un corazón compuesto de almendras de Apulia o de avellanas de Piamonte IGP, cubiertas con una doble capa de chocolate, que son mis favoritas. Los tenerelli se producen en cualquier color para ser utilizados en cualquier ocasión, desde bodas típicas, nacimientos, fiestas de graduación, etc.
Para el Carnaval los paquetes con mezcla de colores son muy bonitos; entre otras cosas, las peladillas están ligadas a una antigua tradición andriana que en el pasado se desarrollaba en tiempos de Carnaval: el llamado "Petresciata". En la práctica, el prometido, durante el período de carnaval, fue a la casa de los padres de la futura novia y arrojó confeti de todo tipo sobre la cabeza de la mujer, como símbolo y deseo de prosperidad. El lugar que alberga la repostería es parte de los lugares históricos de Italia y su bóveda está pintada al fresco por un conocido artista andriese Carmine Conversano, detalle que hace que la repostería sea aún más característica.
En cuanto a la Museo Confetto, está abierto de lunes a sábado de 8.30 a 13.00 y de 17.00 a 21.00 por un precio muy modesto: 2,00 € para adultos y 1,00 € para niños de 7 a 14 años, incluida una degustación gratuita de los productos.
Cualquier visita no programada se acordará con los propietarios. El museo se desarrolla en 4 salas: la primera alberga todas las herramientas necesarias para la producción de peladillas (incluidos coladores, tamices y maceradores); en el segundo se podrá ver un informe sobre la historia de la fábrica y sobre el procesamiento de los productos que produce; las salas tercera y cuarta albergan en cambio el equipamiento necesario para la elaboración de chocolate y caramelos que, junto a las peladillas, son las otras especialidades de la repostería Mucci.
En resumen, el Museo fue creado para ser un ejemplo de la indiscutible experiencia empresarial de una familia local. No podrás irte de este lugar sin haber comprado alguna de sus múltiples especialidades y otra característica a destacar es sin duda el servicio reservado al cliente: la cortesía y la amabilidad en estado puro. Volveré pronto.