El Carnaval Ambrosiano de Milán es el único carnaval que no termina el martes de carnaval, sino que se extiende hasta el sábado, por eso.
Il Carnaval Ambrosiano a Milano no termina el martes de carnaval como es habitual en otras ciudades, sino el sábado siguiente, porque, según la tradición local, Sant'Ambrogio El santo patrón de la ciudad estaba en peregrinación y pidió a la población que esperara su regreso antes de comenzar las liturgias cuaresmales.
La máscara típica del carnaval milanés es el Meneghino, un ingenioso y buen sirviente que se burla de las faltas de los nobles. los Meneghino viste una chaqueta marrón, pantalones cortos, medias de rayas rojas y blancas, un sombrero de tres puntas y una peluca con cola francesa y su nombre proviene de Domenighin, el nombre que se usa para indicar un sirviente que acompañaba a los nobles de Milán los domingos en la iglesia o paseando por la ciudad.
Durante el Carnaval Ambrosiano en las calles de Milán tendrán lugar varios eventos entre los cuales numerosos desfiles en Piazza Duomo y alrededores, una tradición que se repite todos los años con carrozas alegóricas que evocan en pequeña escala el Carnaval brasileño. El Carnaval de Milán es muy famoso por su historia, el programa estará lleno de exposiciones, eventos y conciertos hasta el martes de carnaval. Mientras que los jueves, sábados y domingos estarán llenos de eventos diurnos y nocturnos. Para el desfile inaugural los protagonistas serán los niños que podrán divertirse y jugar con los personajes de sus dibujos animados favoritos.
Además, durante el carnaval ambrosiano se organizarán escuelas de magia y transformación y numerosos juegos dedicados a adultos y niños. En la piazza San Carlo, diario, estarán activos varios tipos de espectáculos, con bailes folclóricos de diversas culturas, Griego, finlandés, también pasando de la Tradición de Kletzmer a la búlgara hasta los portugueses. Y para el deleite de los niños, después de la música, llegarán los piratas que probarán suerte con espectáculos de circo y volteretas.
Entre todos estos juegos y máscaras no debemos olvidar la comida y los muchos dulces tradicionales como el chat como se les llama en Milán. Seguro que los conocerás muy bien, tienen forma de tira, a veces anudados, horneados o fritos y luego espolvoreados con azúcar real y entre los más ricos también están los cubiertos de miel o chocolate.