En el interior también hay una cafetería donde es posible comer platos de diferentes partes del mundo, y sobre todo una sala de juegos, donde los niños que viven allí van a jugar y hacer sus deberes ayudados por voluntarios.
Se organizan muchos eventos de todo tipo y puedes encontrar toda la información sobre programación en la página de Facebook del museo.
Las obras son todas realmente hermosas, pero las que más me emocionaron son sin duda las siguientes:
- “Los guerreros de la luz” de Stafania Fabrizi, que se levanta para defender la entrada al museo
- "Paz" de Eduardo Kobra, uno de los tres grandes murales del muro circundante, que representa la paz y la interreligiosidad
- “Piedad” de Borondo, otro de los tres murales del muro circundante
- “Constelaciones metropolitanas” de Maura Maugliani, dos enormes retratos hechos íntegramente a pluma
- "Free Sanaa" de Ammar Abo Bakr, un mural en el interior que muestra el perfil de una mujer hermosa
El MAAM está abierto al público solo los sábados (eventos aparte) y si tienes suerte puedes conocer a Giorgio de Finis, el comisario del MAAM, quien con gran pasión e implicación te guiará por el interior del museo contándote las historias de la varias obras.
Como escribió Pablo Echaurren en el catálogo, "MAAM es un antimuseo basado en la economía del don y en el hecho de que el arte no es ni debe ser prerrogativa exclusiva de un sacerdocio secular que reivindica el derecho a guardar sus secretos y ritos ".
Me pareció un proyecto muy bonito, conmovedor e importante.
¡¡¡Ve, ve, ve… y también lo verás con tus ojos !!!
