El viernes pasado hicimos un atropello y fuimos en Trentino, un Canazei. El objetivo eran dos días de esquí intenso en los valles y distritos del Dolomiti Superski. La suerte fue encontrar un hotel de gestión familiar, elHotel italia, en el centro de Canazei y no lejos del remonte de Belvedere - Sellaronda, tanto es así que caminamos allí todas las mañanas en solo cinco minutos (150 metros). Optamos por un servicio de alojamiento y desayuno a un costo de 55 euro cada uno en doble. Ciertamente no es un hotel moderno y de moda, sus años lo demuestran todo, pero aún está bien cuidado, es acogedor y las habitaciones están bien limpias.
El desayuno es abundante y no faltan pasteles, mermeladas, pequeños krafen rellenos, yogur, cereales y varios zumos de frutas o quesos y embutidos.
La sala de esquí y botas está en el sótano del hotel y es fácilmente accesible desde la calle. De esta forma evita tener que entrar al pequeño lobby del hotel con todo el equipamiento.
Para el puesto lo definiría verdaderamente estratégico, también porque gracias a aparcamiento gratuito Me salvé de tener que pagar el estacionamiento frente al telesilla, y el descenso del White Wolf termina a unas decenas de metros del hotel.