Acaba de pasar Piazza del DuomoCaminando hacia la antigua Porta a Lucca, giramos hacia el interior y, antes de ver las paredes de la Rocca di Sala arriba, encontramos una de las áreas artísticas de Pietrasanta.
Justo después Musa (Museo Virtual de Escultura y Arquitectura), hay La Polveriera, una asociación cultural de reciente creación, que reúne a artistas locales e internacionales… ¡pero sobre todo mujeres artistas! Después de la visita anterior a otros talleres, donde trabajan en su mayoría hombres que han transmitido el oficio durante generaciones, aquí nos reciben tres chicas. Nos conducen a la primera sala, donde trabajan dos de ellas, Verónica Fonzo y Flavia Robalo.
Con esa cadencia tranquila y dulce propia del español, nos cuentan que se conocieron en la escuela en Argentina y luego vinieron a Italia "para quedarse sólo dos meses y poder ver cómo trabajan los artistas del mármol". Llevo aquí 15 años.
Así dieron vida a La Polveriera, un "espacio de creación y difusión del arte y la cultura". No solo nacimos aqui trabajos de mármol (incluidos los de Szymon Oltarzewsky, dos de los cuales se encuentran actualmente en el muelle de Marina di Pietrasanta), pero también pinturas, joyas y representaciones teatrales que combinan arte y música. Sebastiano Leta, orfebre originario de Sicilia, crea piezas únicas (como un par de colgantes con monedas romanas o botones de joyas), pero también objetos cotidianos, como manijas, jarrones y cuencos para perros personalizables.
Buscando espacios adecuados, estos jóvenes artistas se detuvieron en esta zona de Pietrasanta, ya descubierta por muchos otros anteriormente para instalar sus espacios de trabajo. La elección del nombre "La Polveriera" llegó espontáneamente: el polvo de mármol brilla por todas partes, para indicar el gran trabajo de creatividad y destreza manual que allí se desarrolla. El nombre también hace referencia a la dinamita, que todavía se utiliza hoy en día para extraer mármol de las canteras de los Alpes Apuanos, las montañas que dominan Versilia mirando hacia el mar. Rostros pensativos o serenos de niños y mujeres jóvenes (los temas predilectos de los dos artistas) nos observan mientras pasean entre las distintas salas - una de estas casas en un entrepiso de madera una verdadera galería de yeso, en la que cientos de obras en mármol y los bocetos se alinean desde el piso hasta el techo.
La asociación organiza a menudo exposiciones y representaciones, y las obras van acompañadas de frases, poemas y citas.