Conozcamos a un personaje histórico verdaderamente original: Cesare Mattei, el conde taumaturgo. Con este post te llevamos a un pueblo de los Apeninos boloñeses: Rocchetta Mattei, donde un castillo muy particular destaca en estilo e historia.
Si quieres olvidar el gris de la vida cotidiana, pon un fin de semana en elApeninos boloñeses, en Riola Ponte, para visitar Rocchetta Mattei y llénate de exotismo, colores y eclecticismo.
Riola Ponte, una ciudad de los Apeninos boloñeses no lejos de la Toscana, se reserva muchas sorpresas.
El municipio es el de Grizzana Morandi, por donde pasé por la Via della Lana e della Seta. Pero en esa ocasión no había podido visitar el monumento más excéntrico de Riola, Rocchetta Mattei.
Rocchetta Mattei: hogar de un conde taumaturgo
La Rocchetta es el castillo de cuento de hadas que el Conde Cesare Mattei construyó a lo largo de su vida: se encuentra en lo alto de una colina y es un edificio de estilo ecléctico, que solo se puede visitar con visita guiada. La Rocchetta era la casa del Conde.
Este personaje fue un hombre de letras y uno de los fundadores de la Cassa di Risparmio di Bologna. Adquirió una notoriedad increíble gracias a su "invención": una ciencia médica llamada electro homeopatía con el cual curó las enfermedades de personas que venían de todas partes del mundo para ser examinadas y recetadas las prodigiosas medicinas. Como habrás entendido, Cesare Mattei fue un personaje fuera de la caja, tan original que se llevó el secreto de la electro homeopatía a la tumba, sin confiar en que nadie se lo entregara. Incluso el zar de Rusia llegó a estas montañas para ser tratado por Mattei.
El trabajo en la Rocchetta comenzó en 1850 y lo acompañó durante toda su vida. Incluso hoy en día una parte de este curioso edificio es objeto de reformas. Al principio, el castillo tuvo que tener un mirada medieval (completo con torres y almenas), luego el gusto del Conde se volvió hacia el estilo Arábica. La Rocchetta connota el horizonte de Riola con cúpulas de cebolla dorada y decoraciones coloridas en las paredes externas.
Las opciones de trampantojo
Uno de los aspectos más curiosos que se subrayan durante la visita guiada a la Rocchetta son las opciones decorativas del trampantojo, ingeniosos inventos que engañan a la vista y que debían despertar el asombro de los visitantes de este lugar. Los primeros detalles ya se pueden ver en el patio de entrada: una balaustrada que parece hecha de troncos de madera, mientras que en realidad es de hormigón "rayado" para recrear el efecto de las vetas.
El juego de arcos en el techo de la capilla que está inspirado en el gran Mezquita de Córdoba, pero recuerda mucho a las decoraciones de mármol blanco y negro de las catedrales italianas. En realidad, acercarse a los arcos revela el engaño: es madera pintada que imita el material mucho más caro. Mientras que la aparente incrustación del techo ... ¡son solo cuadrados de tela, pintados a mano!
Y nuevamente, en la habitación donde Mattei tuvo su clínica, el techo parece estar incrustado con sillares de madera. Uno de estos "sillares" colocado en una vitrina al nivel de los ojos revela una ingeniosa mano de obra de papel maché de color marrón. En resumen, un continuo aplazamiento del juego y el engaño, de máscaras detrás de las cuales esconder la verdad, que hacen de este lugar un intrigante misterio.
En visita
Durante la visita al castillo debes abandonarte y dejarte conquistar por los continuos contrastes, entre estatuas de la antigüedad, esfinges, decoraciones y fuentes árabes, significados alegóricos, mayólicas, escaleras de caracol y estancias comunicantes. Es como estar dentro de un caleidoscopio de estilos y colores. La visita debe reservarse y pagarse por adelantado en el sitio web rocchetta-mattei.it.
Los grupos que se forman son un máximo de 20 personas; se puede visitar los sábados y domingos de 10 a 15 en invierno y de 9,30 a 13 y de 15 a 17,30 en verano.
Y de nuevo, en Riola Ponte
Si la Rocchetta te ha embriagado, puedes ir a "refrescarte" en el pueblo, en Riola, donde encontrarás la otra sorpresa. Hablo de la iglesia parroquial: uno de los últimos proyectos del famoso arquitecto finlandés Alvar Aalto, construido a finales de la década de 70.
La fachada parece haber sido diseñada por un niño, pero basta con entrar en este ambiente armonioso, claro, lineal, luminoso y sereno para digerir todas las rarezas que nos ha dado el conde Cesare Mattei.
Algo muy diferente pero igualmente valioso, con entrada gratuita.