Explorando lugares abandonados para sacar a la luz bellezas antiguas: así es como emprender una aventura en el maravilloso sureste de Sicilia. ¡Tres lugares auténticos para descubrir y observar con respeto y curiosidad!
Amantes de la historia, nostálgicos del pasado, nuevos exploradores, este es el post para ti. Prepare protector solar, cámara, agua y algunas delicias sicilianas: ¡comencemos la exploración!
Urbex: explorando lugares abandonados
laUrbex (Exploración Urbana) es un fenómeno singular que se ha extendido en los últimos años: explorar lugares abandonados para traer de vuelta bellezas antiguas. Los lugares que propongo no son "extremos" de Urbex, pero el espíritu con el que visitarlos es sin duda el del explorador urbano. Ante todo curiosidad, amor por el territorio y, sobre todo, respeto por las propiedades en las que se entra. No en vano el lema de Urbexer es “no tomes más que fotografías, no dejes más que huellas”.
Presta atención siempre: algunas de estas estructuras llevan algún tiempo abandonadas, por lo que es posible que no sean del todo seguras. ¡Que no cunda el pánico! Todos son de fácil acceso, fácilmente accesibles en coche en un día desde Ragusa o Siracusa.
Así que aquí se explica cómo explorar 3 lugares de Urbex en el sureste de Sicilia
1. Trigona y las catacumbas bizantinas
Situado entre Noto y Pachino, la Reserva Vendicari es un lugar rico en historia además de ser una de las áreas italianas de mayor interés ornitológico. En el interior, hay varias huellas del pasado: algunas de la época griega, como las majestuosas latomie (canteras de piedra) y el corto tramo de la antigua Via Elorina, otras medievales como la Torre de Suabia, y las de la época moderna como los restos del Tonnara Vendicari.
Deje el auto en la entrada sur de la Reserva, Entrada a la ciudadela, para caminar hasta los restos de una de las iglesias más antiguas que datan de la época bizantina en Sicilia, el Trigona.
La característica principal de estas iglesias, llamadas Cubo, era tener planta cuadrada con tres ábsides y cúpula central. El edificio está bien conservado, aunque con evidentes signos de envejecimiento. Prestando mucha atención al lugar donde pones los pies (en el suelo, algunas tablas de madera y piedras pueden provocar tropiezos), puedes entrar para admirar mejor las juntas de los distintos bloques que lo componen y la cúpula. Saborea el espíritu del pasado imaginando los frescos que alguna vez cubrieron las paredes.
En las inmediaciones del Trigona, se pueden ver los restos del Necrópolis bizantina. Las catacumbas, que contienen tumbas individuales y familiares, se conservan en buen estado. Puedes entrar en él, pero necesitarás algo de luz y coraje. Al ser un lugar oscuro y relativamente estrecho, no recomiendo la entrada a los más claustrofóbicos. Presta atención a dónde pones los pies: algunas tumbas están colocadas en el suelo y hay cantos rodados a lo largo del camino.
2. Parque Arqueológico Chiafura
Zona de gran interés histórico es sin duda laantiguo barrio de Chiafura, un asentamiento rocoso excavado en las rocas del ciudad de Scicli.
Esta área, que se remonta al período medieval temprano, estuvo habitada en períodos alternos hasta mediados del siglo XX. Existen numerosos testimonios históricos sobre el sitio. El más reciente, en 900, es la llegada a Scicli de algunos intelectuales italianos (entre ellos Levi, Pasolini, Guttuso) para conocer el estado en el que vivían un centenar de personas que aún vivían en las casas de piedra, en condiciones idénticas a las del sus antepasados trogloditas.
Tendrás que pasar por algunas subidas modestas para llegar a la puerta de entrada a Chiafura. Impresiona encontrarse frente a una ciudad real, formada por casas cueva construidas sobre terrazas, muros de piedra seca y caminos de conexión a lo largo de todas las casas.
El sitio ha sido remodelado como "Ruta arqueológicaGracias también a los fondos de la Unión Europea, pero a la fecha todavía se está completando. Hay varias obras en progreso y sitios de construcción presentes pero, prestando mucha atención, puede inclinarse dentro de las casas.
Las casas son todas más o menos similares, con diferentes nichos excavados en la roca para múltiples usos. El impacto emocional de ingresar a las cuevas es considerable, especialmente al imaginar las condiciones en las que vivían los habitantes de Chiafura. Si la curiosidad te lleva a buscar información más concreta, pregúntale al Sr. Carmelo Raimondo, ex Chiafurano y gerente del “A rutta ri Ron Carmelu”, la única cueva en Scicli habilitada como museo.
3. Horno de pluma
Construido en el distrito de Pisciotto de Sampieri, el Pluma de horno era una fábrica que producía ladrillos (productos cerámicos para la construcción) en las primeras décadas del siglo XX. Con vistas al mar, cerca del ferrocarril y de una cantera de arcilla, el complejo se encontraba en una posición estratégica para que sus productos se exportaran a muchos países mediterráneos. La actividad del horno cesó en 900 debido a un incendio provocado aún sin resolver.
A lo largo de los años se han evaluado diversas remodelaciones del edificio pero, hasta la fecha, el único uso que se ha hecho ha sido el cinematográfico, apareciendo como locación en algunos episodios de “Il Commissario Montalbano”.
Mirándolo, uno solo puede sentir una gran fascinación por él. ex-industria. Puedes adentrarte en sus ruinas pero ojo: el terreno es irregular debido al colapso parcial del pavimento. Una nota positiva de esto es que en algunas áreas es posible vislumbrar áreas de trabajo subterráneas. La chimenea, en ese momento de 41 metros de altura, se ha derrumbado parcialmente pero, asomándose por una de las aberturas de la base, se pueden ver los detalles del horno.
Mirando de cerca el suelo, puede encontrar rastros de los artefactos que se produjeron en el horno: ladrillos, tejas y ladrillos, ¡algunos todavía con la marca registrada! Casi parece escuchar el ruido de los trabajadores en el trabajo, con vistas al mar.
Lugares de Urbex en una tierra maravillosa
Sicilia es una región maravillosa: en cada rincón de su tierra puedes encontrar hermosas playas, comida superlativa y mucha historia.
Cada edificio tiene su propia historia: nace, crece y, como las personas, llega a su fin. Pero, a diferencia de los seres humanos, los objetos permanecen allí, contándonos su historia, nuestra historia. Busquemos algo de tiempo para sentarnos y escucharlos ...